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A los Sanadores de la Tierra

Índice

Bienaventurados sean los sanadores de la tierra…

Damos gracias por todos aquellos que se conmueven y ponen en sus vidas un granito de arena, para sanar y proteger la tierra, en pequeñas y grandes formas.

  • Bendiciones a los composteros, los jardineros, los criadores de gusanos y hongos, los constructores de suelos, los que limpian las aguas y purifican el aire, todos aquellos que limpian los líos que otros han hecho.
  • Bendiciones para quienes defienden los árboles y quienes plantan árboles, quienes protegen los bosques y quienes renuevan los bosques.
  • Bendiciones para aquellos que aprenden a sanar las praderas y renovar los arroyos, a los que previenen la erosión, a los que restauran el salmón y demás peces, que protegen las hierbas curativas y conocen las tradiciones de las plantas silvestres.
  • Bendiciones también para aquellos que sanan las ciudades y las reviven con emoción, creatividad y amor. Gratitud y bendiciones para todos los que se oponen a la codicia, que se arriesgan a sí mismos, a los que han sangrado y han sido heridos, y a aquellos que han dado sus vidas al servicio de la tierra.

Que todos los sanadores de la tierra encuentren su propia curación.

  • Que puedan ser alimentados por el amor apasionado de la tierra.
  • Que puedan conocer su miedo pero no ser detenidos por el miedo.
  • Que sientan su enojo y, sin embargo, no sean dominados por la ira.
  • Que ellos honren su dolor pero que no queden paralizados por la tristeza.
  • Que transformen el miedo, la ira y el dolor en compasión y la inspiración para actuar al servicio de lo que aman.
  • Que encuentren la ayuda, los recursos, el coraje, la suerte, la fuerza, el amor, la salud, la alegría que necesitan para hacer el trabajo.
  • Que puedan estar en el lugar correcto, en el momento correcto, de la manera correcta.
  • Que ellos traigan a nuestras vidas un gran despertar, que afinen el oído para escuchar la voz de nuestra madre tierra, que transformen el desequilibrio en equilibrio, el odio y la avaricia en amar.

Bienaventurados sean los sanadores de la tierra.

-Halcón Estelar